Había una vez una hormiga grande negra que iba por un caminito llevando a sus espaldas una carga de hierba seca que pudiera ser 5 veces más larga que ella misma. La necesitaba para construir un nuevo hogar puesto que su última casa fue destruida por una tormenta muy fuerte.
Iba avanzando con su carga muy lentamente, pero segura, hasta que llegó a una especie de grieta profunda, que cortaba su camino.
La primera intención de la hormiga grande negra fue volver sobre sus propios pasos, pero al darse la vuelta para retroceder en su camino descubrió que si hiciera eso estaría tirando a la basura todo el esfuerzo con el que había llegado hasta ese punto. Así que volvió a darse la vuelta para ver la grieta de frente.
Su segunda intención fue intentar rodear el obstáculo. Así que la hormiga negra grande empezó a andar de forma paralela a la grieta. Anduvo y anduvo con la carga encima hasta que no pudo más y se dio cuenta de que la grieta podría tener de largo kilómetros y kilómetros y que esa tampoco era la solución.
La hormiga grande negra probó entonces una tercera opción: Intentar meterse en la grieta. "Quizás pueda bajar, y después volver a subir". Pero cuando comenzó a descender se percató de que la bajada era demasiado empinada, y la subida aún más. Y además cabe recordar que llevaba una carga 5 veces más larga que ella misma.
Su cuarta decisión fue pedir ayuda, seguro que alguna hormiga querría ayudarla a buscar una solución. Explicó la dificultad a más de una que pasaba por allí, pero todas la desanimaban, y le decían que nunca podría pasar al otro lado de la grieta y menos tan cargada como iba.
Agotada, la hormiga grande negra se sacó la carga y se sentó a llorar al borde de la grieta. Se limpiaba las lágrimas con las patitas. Había llegado hasta allí y ahora no podía continuar. Por qué? No era justo: lo había intentado de varias formas, había pedido ayuda y la habían desanimado. POOR large black ant!!!
Sollozando y al borde de que cayese la noche, la hormiga grande negra tuvo una idea.
Con mucha habilidad apoyó los extremos de la hierba seca en los bordes de la grieta.Y cruzó por el puente con rapidez, puesto que cada vez que pisaba la paja se caía al fondo del hueco que había bajo sus pies.
La hormiga grande negra llegó al otro lado, y ya no tenía la carga que era 5 veces más larga que ella misma, puesto que la había utilizado para cruzar la grieta. Aún así se sintió feliz. Estaba donde quería.
Al tener que superar dificultades, las personas se fortalecen.
Al saber manejar con inteligencia la carga, como la hormiga, las personas consiguen lo que no habrían podido alcanzar sin haberla sobrellevado.
