Los pequeños hechos cotidianos de estos días me han hecho aprender que práctica y teóricamente, sirvo para bien poco. Me creía una persona madura para mi edad, autosuficiente, independiente y capaz de todo. Iba poniéndome el mundo por montera.Y sí, soy más que unos pocos, pero menos que unos muchos.
Soy simplemente una chica de 32 años, un poco más alta con respecto a la media española(en todos los sentidos) y ya. No tengo nada más especial. Poco más.Ya.
Mi Automito se me ha venido abajo. Y antes de acabar de hundirme decidí hacer eso que hago in estremis: pensar. Pensar e intentar reinventarme a mí misma. Pensar e intentar ver quién soy, qué soy, si es que soy algo.
Así que lo primero que hice fue un experimento auditivo: Coger esa lista del spotify y escucharla y apuntar lo qué y a quién me recordaba cada canción. Me acordaba perfectamente de dónde escuché por primera vez cada una de esas melodias,y con quién estaba hablando o quien me había besado ,con quien me había enfadado,de quien estaba enamorada y de quien no, mientras sonaba cada una de ellas... podría decir hasta la ropa que llevaba en esas más de 100 canciones que escuché. He llorado de emoción con alguna y de pena con otra. Luego me tomé una cerveza! :)
A continuación saqué las fotos de mis albumes del picassa de los ultimos 10 años. He recordado a viejos amigos que hoy ya no lo son tanto, he descubierto que mi familia está un poco más mayor, han aparecido otros personajes que antes no existían, he descubierto que había muchos lugares maravillosos en el mundo en los que ya no recordaba haber estado, ni con quien. Me he encontrado al amor de mi vida sonriéndome, me encontré con amigos de verdad de hace muchos años a los que echo de menos,otros amigos de verdad a los que conozco hace menos tiempo, y otros que siguen estando a mi vera aún estando lejos físicamente. Lloraba intentando encontrar en mi memoria recuerdos cercanos y más lejanos, y me he asustado, puesto que algunos venían de mi cabeza y a otros los sentía salir de mi corazón.
El próximo paso fue ponerme a tocar cosas y objetos parecidos a otros que me hicieron rememorar de donde vengo y a donde se supone que debería ir, aunque muchas veces como hoy, esté totalmente perdida. He recordado a mi pueblo, a mis abuelos, a mis primos....mi vida de niña en los veranos, mis amigos de las bicicletas, y sobre todo a mi familia.
Cuando salí a la calle fui fijándome en los olores, y el primer olor me recordó a mi hermana, una colonia de vainilla que llevaba hace años. A partir de ahí mis fuciños fueron un cúmulo de sensaciones espectaculares, porque ya se unían un montón de cosas....los olores casi siempre me llevaban a recuerdos visuales, táctiles, oídos y mis conexiones mentales hacían fiun fiun fiun! (y no era 25 de diciembre)...
Así que descubrí que todo estaba unido y que cuantas más cosas bonitas recordaba más cosas bonitas quería poder recordar!
Mi conclusión es que soy lo que soy gracias a lo que yo viví y aprendí viviendo. Quizás dentro de unos años no sea la misma que hoy, pero será porque mis recuerdos me hayan hecho aprender a ser MÁS MEJOR.
“La vida sería imposible si todo se recordase. El secreto está en saber elegir lo que debe olvidarse.”
Bonita tu y bonita la historia que cuentas
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